El Fracaso de la Democracia

Traducción de mi ensayo The Failure of Democracy de Jorge Millán

Todas las notas y los comentarios en corchetes fueron añadidas por el traductor y no reflejan la opinión del autor.

“La democracia es la peor forma de gobierno exceptuando a todas las demás que se han intentado.”
- Winston Churchill

Irónicamente, la definición más precisa de lo que la democracia debería ser fue dada en un discurso de Adolf Hitler (No sé quien lo escribió, Hitler difícilmente tenía la capacidad intelectual para idearla por sí mismo): ‘El estado no nos da órdenes, nosotros ordenamos al estado’ (‘Nicht der Staat befiehlt uns, wir befehlen dem Staat!’).

Democracia significa ‘Gobierno por el Pueblo’ (o si los creadores del término emplearon la connotación sarcástica sugerida por algunos historiadores, ‘Gobierno por el populacho’). Esa definición implica que todos los miembros de una comunidad participan en el proceso electoral; pero tal no es el caso.

La primera regla de la democracia es la exclusión. Ningún país del mundo querría que todos sus residentes elijan su gobierno y hasta el día de hoy hay gente que ha sido excluida de las elecciones por su edad, raza, clase, género, nacionalidad, religión, carencia de hogar, analfabetismo, convicciones criminales, carencia de propiedades sobre la tierra, enfermedad mental, etc.

Y la exclusión no se limita a los votantes sino también a los partidos y candidatos. Muchos países no permitirían participar en las elecciones a un partido que pretenda cambiar el sistema político o cuyos puntos de vista difieran demasiado de los de los partidos gobernantes. Así, los Estados Unidos y sus satrapías simplemente ofrecen la opción de elegir entre la franca derecha y la extrema derecha.

En países cuyos ciudadanos no tenían influencia en la forma de gobierno por haber sido excluidos de la conformación de la constitución (o ‘ley básica’, como el caso de Alemania), la actitud general era que un voto por cualquier partido legal implicaba la aprobación de la forma de gobierno de modo que una participación superior al 50% era considerada una aprobación del sistema político.

Esto cambió con la constante caída de la participación en las votaciones por el Parlamento Europeo – que en todo caso es una farsa ya que todas las decisiones importantes son tomadas por los jefes de estado (la Comisión Europea). Desde 1999 la participación en las elecciones europeas ha estado muy por debajo del 50% lo cual, siguiendo la lógica del argumento, debería considerarse como un voto contra la oligarquía Europea.

Además de la prohibición de ciertos partidos, hay muchas otras formas de prevenir el cambio. En Alemania el surgimiento de nuevos partidos se halla obstruido por la Cláusula del 5%; cualquier voto por un partido que termine con menos del 5% es invalidado y anulado, de modo que los partidos establecidos advierten con todo éxito al electorado en cuanto a ‘no tirar su voto a la basura’. Así, los tres partidos establecidos se las arreglaron para conservar el parlamento en sus manos hasta que en 1983 el Partido Verde consiguió romper el monopolio y unirse al club. La Cláusula del 5% lleva a que una buena parte del electorado se quede sin representación. En el caso extremo de que hubiera unos veinte partidos que tuvieran menos de un 5% cada uno, un solo partido podría conseguir todos los escaños con tan solo un 5% de los votos dejando a casi el 95% del electorado sin representación.

En las elecciones del año 2000 en los Estados Unidos, George W. Bush ganó gracias al sistema electoral, aunque su oponente obtuvo la mayoría de los votos (el condescendientemente llamado ‘Voto Popular’). Y la ‘pérdida’ de de miles de votos por correo1 es un aspecto habitual de las elecciones norteamericanas que es considerado escasamente digno de mención.

En Irlanda, las elecciones presidenciales del año 2004 fueron impedidas por los principales partidos que sencillamente acordaron confirmar al presidente por un período adicional; las elecciones habrían sido muy caras, fue su alegación. – Bueno… las elecciones siempre son costosas, de modo que esta cancelación es una llamada al fin de esta farsa llamada en conjunto Democracia.

‘Gobierno por el pueblo’ también sugiere que la gente no solo decide sobre el gobierno sino también acerca de cuestiones políticas. Esto implica que el pueblo podría obligar a un referéndum sobre cualquier asunto en el que sienta que no comparte la posición de su gobierno. Pero la mayoría de las ‘democracias’ no dan tal oportunidad a sus ciudadanos2. El argumento que más se esgrime contra los referenda (aparte del estúpido: ‘Tendríamos un referéndum al día’) es la inmadurez o la falta de visión política del electorado. Pero si la población carece de madurez o de visión política, ¿Porque confiarles la elección del gobierno, para empezar?

La idea de la democracia fue darle al pueblo el derecho de elegir su propio gobierno. Pero ahora la gente se ha dado cuenta de que su voto no marca ninguna diferencia y cada vez se aparten más de las urnas. Puesto que un electorado apático cuestiona todo el concepto de la democracia, los políticos predican que el voto es la obligación de cada ciudadano (de aquellos que pueden emitirlo) y consideran a quienes rehúsan votar como parias desinteresados. Algunos países como Australia van un paso más allá al castigar a los abstencionistas e imponer multas a los que no se sienten representados por los partidos y candidatos establecidos (o simplemente no se fían de ellos). No creo que haga falta anotar la paradoja que supone obligar a la gente a hacer uso de sus derechos.

Democracia es el gobierno del mayor ofertante. No todos los países practican la tradición de la propina tan abiertamente como Costa Rica o Irlanda, pero cuando escuchamos acerca de los innumerables indicios (y el generalizado convencimiento) de la existencia de soborno, corrupción, malversación, favoritismo, actuaciones en beneficio propio, abuso de poder, etc., todos sabemos que esto no es ni siquiera la punta sino una mera astilla del iceberg. Sin importar lo que nos cuenten, las personas no se meten en política para ayudar a los demás; y los pocos que realmente ponen sus creencias y principios por encima de sus cuentas bancarias son rápidamente detectados y por consiguiente nunca consiguen situarse entre las élites que toman las decisiones en sus partidos.

Una promesa electoral es [o debería ser3] un contrato entre el candidato y sus potenciales votantes: Tú me das tu voto y yo defenderé tus intereses. Como ocurre con cualquier contrato, la parte más fuerte se asegura de tener la sartén por el mango: un inquilino tiene que pagar una fianza al propietario antes de instalarse en la vivienda, un empleado tiene que trabajar durante unas semanas [o un mes o aun más4] antes de obtener una paga (cosa que, en realidad es un depósito que paga a su empleador), y el votante debe emitir su voto antes de que pueda esperar verse representado. Si un fontanero no aparece en la fecha acordada, se le puede cancelar el contrato; si se contrata a una empleada de limpieza y esta no limpia, se la puede despedir; si se vota por un candidato que promete introducir atención médica para los jubilados y no lo hace, estamos jodidos. Una promesa electoral [o El Contrato Social5] es el único contrato en el mundo que no es vinculante. Y los políticos se aseguran de que siga siendo así.

La democracia también ha traído la delegación del crimen gubernamental. En otras formas de gobierno la clase gobernante es libre de hacer y tomar lo que quiera, incluso si va contra sus propias leyes. En una democracia, en teoría, al gobierno se le puede hacer responsable por sus crímenes; además, los votantes pueden tener en cuenta el asunto en las siguientes elecciones. Por lo tanto lo que se hace es más bien tolerar el crimen a gran escala siempre y cuando [el gobierno] reciba su parte y no se le asocie directamente con él. ¡El crimen organizado es un subproducto de la democracia ya que el crimen organizado no sería posible sin el apoyo [encubierto6] de las autoridades!

La democracia el es Dios que está por encima de Cristo, Yahvé, Alá y Buda – El que no puede ser cuestionado porque crea la ilusión de que el capitalismo sirve a la gente y no lo contrario.

La democracia nos ha traído a Hitler y a Kennedy, los hombres responsables por las más sucias guerras del último siglo. La democracia ha alentado e incluso causado racismo, genocidio, explotación, intolerancia, desigualdad y así sucesivamente. La democracia nos ha fallado. – Y no, yo no puedo ofrecer una alternativa. Pero si se me diera la opción de entrar en la arena con un toro, un león o un gladiador, yo no escogería automáticamente al gladiador solamente por tener un rostro humano. Ciertamente no favorezco la monarquía, la tiranía la oligarquía ni ninguna otra forma de gobierno por encima de la democracia – ¡Pero tampoco escogería [esta suerte de7] democracia por encima de los otros!


Notas:

1. Absentee ballot: En el sistema electoral de los Estados Unidos se refiere no solamente a votos emitidos por correo sino a cualquiera de las facilidades proporcionadas para permitir acceso a la votación a quienes no pueden presentarse personalmente en las urnas. (back to text)

2. Por ejemplo en el año 2003 los ciudadanos de muchos países aliados de los Estados Unidos, entre ellos Reino Unido y España salieron masivamente a la calle para manifestarse contra la guerra de Irak. Sin embargo, sus gobiernos prefirieron hacer oídos sordos a la voz casi unánime de sus pueblos participando en una guerra genocida que más tarde se reveló como una de mayores patrañas políticas de la historia reciente. (back to text)
(Translation: For example, in 2003 the citizens of many US allied countries, UK and Spain between them, went massively out to the streets demonstrating against the Iraq war. Nevertheless their governments neglected the voice of their peoples thus participating in a genocide war that later was revealed as one of the dirtiest political stories of recent history.)

3. Nota del traductor. (Translator’s note. I said: ‘or it must be’ on the purpose to clarify the fact that in my opinion it is not really a factual contract, but it must be taken as such.) (back to text)

4. Nota del traductor. (Translator’s note. I many countries the salary is paid monthly.) (back to text)

5. Nota del traductor, para usar el término de J. J. Rousseau que encaja muy bien en el contexto del autor. (Translator’s note. Suggestion to apply the term of Jean Jacques Rousseau ‘The Social Contract’ that fits very well in the argument’s context.) (back to text)

6. Nota aclaratoria del traductor. (Translator’s note. It says: ‘concealed’. The purpose is to clarify the idea as understood from the context.) (back to text)

7. Nota del traductor. (Translator’s note. It says: ‘This sort of’. My purpose is to tinge the point that it may not be the overall concept of democracy which is wrong but the form of democracy we have or the way it is implemented.) (back to text)


© Frank L. Ludwig (author), Jorge Millán (translator)